El partido político Independientes por Cuenca expresó en un comunicado fechado el 17 de febrero su rechazo a la organización de mercados privados del agua como el que han creado los regantes de Estremera (Madrid), porque entiende que "se está expoliando y privatizando un bien público" y que "se sigue fomentando un desarrollo insostenible alimentado por un despilfarro de recursos naturales escasos".
Asimismo, considera que se está "fomentando el enfrentamiento territorial actual y de futuras generaciones" y que "se atenta contra la necesaria política de solidaridad interterritorial, privilegiando perversamente a las zonas más desarrolladas". "Se privatiza un bien público como es el agua, del Tajo en este caso, como la que se expropió a los territorios ribereños y de cabecera de esta cuenca", afirma el grupo político.
Este agua se va a vender a los regantes de la cuenca del Segura, para lo que utilizarán la infraestructura del Acueducto Tajo-Segura, "cuyos embalses y trazado expropiaron y anegaron tierra de Cuenca, se supone que por utilidad pública".
Según la formación independiente, "la utilidad pública del Tajo- Segura no ha redundado en Cuenca y ahora, para aumentar el agravio, se permite el negocio privado con esta riqueza que durante tantos años ha utilizado las tierras de Cuenca para ser transferida al arco mediterráneo".
Los independientes conquenses se lamentan de que "no es suficiente, por tanto, con la expropiación pública a favor de unos territorios y sin compensaciones para quien es expropiado, ahora el agua se privatiza y es objeto de compraventa para beneficio de unos pocos y se otorga carta de naturaleza a las prácticas hasta ahora ilegales de los mercados negros del agua".
Finalmente, denunciaron que "los regantes de Estremera han vendido el agua del Tajo a los regantes del Segura y pretenden utilizar la obra franquista del trasvase, la herida de la que hablaba Bono, la herida de Cuenca, para hacer sus negocios".
Asimismo, considera que se está "fomentando el enfrentamiento territorial actual y de futuras generaciones" y que "se atenta contra la necesaria política de solidaridad interterritorial, privilegiando perversamente a las zonas más desarrolladas". "Se privatiza un bien público como es el agua, del Tajo en este caso, como la que se expropió a los territorios ribereños y de cabecera de esta cuenca", afirma el grupo político.
Este agua se va a vender a los regantes de la cuenca del Segura, para lo que utilizarán la infraestructura del Acueducto Tajo-Segura, "cuyos embalses y trazado expropiaron y anegaron tierra de Cuenca, se supone que por utilidad pública".
Según la formación independiente, "la utilidad pública del Tajo- Segura no ha redundado en Cuenca y ahora, para aumentar el agravio, se permite el negocio privado con esta riqueza que durante tantos años ha utilizado las tierras de Cuenca para ser transferida al arco mediterráneo".
Los independientes conquenses se lamentan de que "no es suficiente, por tanto, con la expropiación pública a favor de unos territorios y sin compensaciones para quien es expropiado, ahora el agua se privatiza y es objeto de compraventa para beneficio de unos pocos y se otorga carta de naturaleza a las prácticas hasta ahora ilegales de los mercados negros del agua".
Finalmente, denunciaron que "los regantes de Estremera han vendido el agua del Tajo a los regantes del Segura y pretenden utilizar la obra franquista del trasvase, la herida de la que hablaba Bono, la herida de Cuenca, para hacer sus negocios".
No hay comentarios:
Publicar un comentario